Por: Yeimi Esperanza López López.
A manera de introducción.
Reconstruir la historia de las comunidades Ñuu savi, implica remontarnos a la época de los señoríos durante la época prehispánica y de los cacicazgos para época colonial. Es decir, el momento en el cual los actuales municipios se encontraban conectados por medio de relaciones territoriales, alianzas políticas y matrimoniales para poder tener control sobre vastos territorios. Territorios que fueron fragmentados con la llegada de los conquistadores, quienes dividieron el territorio conforme la jurisdicción de la tierra castellana, y se les nombró como Estancias, Pueblos Sujetos o Cabeceras.
Así mismo hubo movimientos poblacionales, con los cuales se consumaba un despojo sobre las tierras de los pueblos originarios, es decir, por medio de las Congregaciones civiles y religiosas y, en el caso del actual estado de Oaxaca, esto impactó de manera importante en lo que fue la jurisdicción de Villa Alta.
...se consumaba un despojo sobre las tierras de los pueblos originarios, es decir, por medio de Congresgaciones civiles y religiosas y, en el caso del actual estado de Oaxaca, esto impactó de manera importante en lo que fue la jurisdicción de Villa Alta.
En el caso del territorio Ñuu savi, los iya, señores naturales o caciques como se les denominó por parte de las autoridades castellanas, fueron reconocidos en su persona y su territorio.
Esta es una de las razones por las cuales la historia de los actuales municipios Ñuu savi no se puede estudiar de manera aislada o fragmentada, se tiene que recurrir a la figura del cacicazgo como unidad territorial, económica, política, administrativa, social y religiosa.
Nuyoo, Ocotepec y Yucuhiti.
Santiago Nuyoo, Santo Tomas Ocotepec y Santa María Yucuhiti, son tres pueblos que comparten algo más que el pertenecer al Distrito de Tlaxiaco, tienen una historia en común.
Un día formaron parte de un mismo territorio, el territorio del Cacicazgo del Cerro del Ocote u Ocotepeque, como aparece en los documentos de época colonial el nombre de dicho Cacicazgo.
No eran los únicos pueblos, pues a dicho cacicazgo también pertenecían los pueblos de Nundaco y Yosotiche, esto se puede ver reflejado en el documento pictográfico conocido como el Lienzo de Ocotepec.
De dicho Lienzo se han realizado estudios importantes, destacando entre ellos el realizado por el Arqueólogo Omar Aguilar Sánchez, quien es originario de Santo Tomás Ocotepec.
Lienzo de Ocotepec.
De la composición del Cacicazgo de Ocotepec teniendo como Cabecera al pueblo de Santo Tomás Ocotepec y como pueblos sujetos a Santa María Yucuhiti, Santa Cruz Nundaco, Santiago Yosotiche y Santiago Nuyoo dan cuenta distintos documentos localizados en el Archivo General de la Nación y en el Archivo Histórico Judicial de Oaxaca.
En estas líneas pongo especial atención a la relación entre Nuyoo, Yucuhiti y Ocotepec, la cual se fracturó en 1612 y a partir de ese momento el pueblo de Santiago Nuyoo fue considerado como un pueblo ajeno, es decir, se le considero como un extraño en su propia tierra.
De relatos a documentos testimoniales
En el camino que va de Tlaxiaco se puede ver un letrero que dice Santo Tomás Ocotepec, Santa María Yucuhiti y Santiago Nuyoo, siendo el de Ocotepec el pueblo que más lejos queda de los Nuyoo y Yucuhiti.
Yucuhiti y Nuyoo son los pueblos que más quedan cerca uno de otro, las cabeceras municipales se separan por un recorrido a pie de quince minutos, lo cual hace preguntarse por qué ambos pueblos se encuentran tan cerca.
Las y los abuelos de Yucuhiti[i], explicaban que las tierras eran de Yucuhiti, pero un día llegaron unas personas y pidieron permiso para vivir por un mes, esas personas fundaron Nuyoo.
Con el paso del tiempo, se dice que se quedaron y por eso los pueblos se encuentran tan cerca.
Por su parte las y los abuelos de Nuyoo[ii] contaban que se sentían muy solos en sus tierras porque sólo había cerros y peñas alrededor, entonces un día llegaron unas personas y pidieron permiso para fundar su pueblo.
Las personas de Nuyoo les dieron una parte, para sembrar y vivir, esas personas fundaron Yucuhiti y por eso hasta el día de hoy los dos pueblos se encuentran muy cerca, como si fueran un solo pueblo.
Esta es la forma en la que ambos pueblos se explican su cercanía y al mismo tiempo toman distancia uno de otro no reconociéndose entre sí como parte de un mismo territorio ancestral.
Resulta interesante también que se marque una diferencia en cuanto a la variante de Tu´un savi, pues si preguntamos a las personas de los tres pueblos, refieren que no se entienden entre sí.
Sin embargo, la mayor diferencia en cuanto a la variante es con Ocotepec, en tanto que entre Nuyoo y Yucuhiti hay un grado de inteligibilidad de hasta el noventa por ciento.
El desconocimiento de un cacique y la fragmentación de un Cacicazgo.
Los conflictos por las sucesiones del cacicazgo o el no reconocimiento de algunas y algunos caciques fue un detonante para que los pueblos sujetos llevaran a cabo el desprendimiento de sus cabeceras.
Los conflictos por las sucesiones del cacicazgo o el no reconocimiento de algunas y algunos caciques fue un detonante para que los pueblos sujetos llevaran a cabo el desprendimiento de sus cabeceras.
Este fue el caso del pueblo de Santiago Nuyoo, que tras no reconocer a la familia Sotomayor como la familia a la cual le pertenecía el cacicazgo de Ocotepec, logra desprenderse de su cabecera, es decir, de Santo Tomás Ocotepec.
En 1612 los principales de Nuyoo comenzaron un pleito para desconocer al cacique de Ocotepec, dicho pleito se llevo primero ante el Juzgado de Teposcolula y llevó a la reclusión de los principales de Nuyoo.
A su vez el cacique de Ocotepec Don Pedro de Sotomayor se quejó de que Nuyoo no quisiera reconocerlo como cacique y en 1616 Nuyoo obtiene la separación del cacicazgo de Ocotepec, ostentando así la calidad de pueblo y cabecera[iii].
Así, Santiago Nuyoo deja de pertenecer al Cacicazgo de Ocotepec, y por 97 años no reconoció a cacique alguno, hasta que en 1713 reconoce como cacique a Don Pedro de Velasco y Arellano y pasa formar parte del Cacicazgo de Chalcatongo.
Conclusiones
Cuando se van fragmentando los cacicazgos en la región conocida como Mixteca Alta en el actual estado de Oaxaca, los pueblos reinventan las narrativas sobre sus fundaciones o las de sus pueblos vecinos.
Pareciera haber una necesidad de distinguirse del otro, el o la del otro pueblo, se conoce y se transmite la historia fragmentada, como si esa fragmentación fuese propia.
Pareciera haber una necesidad de distinguirse del otro, el o la del otro pueblo, se conoce y se transmite la historia fragmentada, como si esa fragmentación fuese propia.
En el caso de Ocotepec, Yucuhiti y Nuyoo, el considerarse ajenos el uno del otro, pareciera la forma en que el conflicto por el desconocimiento de los caciques culminará, en otras palabras, al dejar de pertenecer al Cacicazgo del Cerro del Ocote, Nuyoo dejó de tener una historia común con demás pueblos sujetos.
A lo anterior ello se le suma el hecho de que pasado el tiempo Nuyoo reconoció como propio al cacique de Chalcatongo, por lo tanto su historia comenzó a ligarse a dicho cacicazgo.
Notas. [i] Esta es una versión de la historia oral, hay otros relatos, sin embargo, este es el relato que escuché en pláticas entre personas de Nuyoo y Yucuhiti en una de las muchas ocasiones que acompañé a mi padre a Nuyoo. [ii] Existen otras versiones de este relato y otros relatos sobre la cercanía de ambos pueblos, rescato esta porque fue la versión que escuche de pequeña en Nuyoo. [iii] AHJO, Legajo 35, Expediente 3, 1616, Don Pedro de Sotomayor cacique de Ocotepec contra los de Nuyoo por no querer reconocerlo como cacique.
Yeimi Esperanza lópez López es historiadora y socióloga Ñuu savi, Maestra y Doctorante en Desarrollo Rural por la UAM Xochimilco, líneas de trabajo e investigación: migración, identidad étnica, territorio, derechos de los pueblos indígenas en contextos migratorios. Correo electrónico: yeimisavi@gmail.com
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